Cuando un alumno expresa ideas suicidas, el protocolo de los institutos le asigna un compañero para que nunca se quede solo. Como si fuera su sombra. Cada vez que Ariadna quería ir al baño, Noelia tenía que acompañarla y protegerla de sí misma. Todo parecía controlado… hasta aquel día.

Tres adolescentes que no saben que hacer. Hay alguien en su clase que huele que apesta, pero nadie se atreve a decirlo. Hay quien prefiere ser castigado a que le obliguen a sentarse a su lado. ¿Pero qué se puede hacer?

Teo, Ana y Nico se quieren como hermanos. No solo ellos: en su clase todos se llevan de maravilla. Pero para lograr un ambiente tan estupendo, a veces hay que ser un poco duro. Porque hay gente que no se sabe integrar. Como aquella chica nueva… Igual lo que hicieron no le gusta a todo el mundo, pero no quedó más remedio que actuar.

Roberto y Guillermo son dos adolescentes castigados por firmar la pared del instituto con sus grafitis. Se les avecina un severo castigo del que sus padres podrían no enterarse si acertaran a falsificar sus firmas en los justificantes que les han entregado sus profesores. ¿Se atreverán a hacerlo?